El arte de educar no se centra solo en una parte de la persona
Cuando ayudas a tus niños en su desarrollo no debes olvidarte de los hábitos, valores, actitudes y habilidades. A partir de allí empieza a surgir el nivel de disposición para los quehaceres y/o deberes.
Algunos padres prefieren que sus hijos no ayuden en casa, sobre todo si estos ya tienen muchas tareas escolares y actividades extracurriculares. Pero al hacerlos, los niños obtienen beneficios que contribuyen a su madurez, lo que les ayuda a obtener mejores calificaciones en el colegio, como también a que tengan más confianza en sí mismos, sean más disciplinados y fortalezcan su carácter, factores que son fundamentales para el aprendizaje.
“Los niños suelen copiar todo. Sé su mejor figura de ejemplo.”
Otros beneficios que pueden obtener es aprender a ayudar a los demás. Se ha observado que es más probable que los niños que ayudan en casa participen en labores comunitarias cuando sean adultos evitando también hacerle creer que todo el mundo debe estar a su servicio y con una idea distorsionada de la vida, de lo que significa ser alguien responsable y trabajador.
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5 Consejos para construir hábitos de limpieza con tus hijos.
1. Haz de los hábitos de limpieza un momento de diversión. La limpieza del hogar tienen que ser momentos aburridos.
Si los conviertes en juego, los niños no tendrán problema en ponerlos en práctica. Inventa un circuito de misiones en los que cada base sea una pequeña tarea de limpieza y lleva un cuadro de progreso para recompensar a «quien limpio más esto» y «mejor limpiando su habitación».
2. Justifica la importancia de los hábitos de limpieza. El momento de cepillar los dientes, lavar las manos y limpiar los platos, es ideal para empezar a introducir conceptos como el de salud, bienestar y enfermedad.
Sabiendo qué significa cada una de estas palabras, puedes enseñarle a prevenir enfermedades a través de los hábitos saludables.
3. Usa recursos audiovisuales. A los niños, especialmente cuando son pequeños, les encantan los libros y objetos interactivos de colores vivos. Aprovecha sus períodos de atención para explicarles con un vídeo, unas fichas, una canción o una imagen, lo importante que es tener la casa limpia y ser ordenados.
4. Muéstrales cómo limpiar su habitación. Tus hijos deben aprender a mantener limpios los espacios en los que viven. Desde que son muy pequeños puedes asignarles lugares en la habitación para cada objeto. Haz la cama con su ayuda para que después dejes que lo haga por sus propios medios.
5. Impulsa hábitos de limpieza a la hora de comer. Puedes sugerirles comportamientos que son adecuados en la mesa y otros que deben corregirse.
Con el paso del tiempo realizará cada acción de forma natural, sin que tengas que decirlo. También pídeles que lleven el plato sucio al lugar indicado y que usen la servilleta para mantenerse limpios.